sábado, 11 de septiembre de 2010

Una confución por internet (cap. 2)

Una confusión por internet cap.2

Hablar o no hablar, he aquí mi dilema

-Hola ¿Alba?

Esas palabras me conjelaron, de verdad quería hablar conmigo, en cierto modo estaba felíz y en otro estaba aterrada, no
sabía que decirle o simplemente no creo que después de decirle hola me valla a contestar.

-Hola ¿Lian?
-¡Alba! ¿Cómo has estado?¿Sigues usando pañales?
- Jejeje ,no ya no
-¿Y te siguen llamando princesa?
-No ya no
-¿De verdad?¿Porqué? Que raro pensé que eras hija única
-No, tengo una hermana un año menor que yo , pero ahora le dicen
princesa a ella y ya no a mí y para colmo que no le gusta que le digan así
-A cierto tu madre estába embarazada cuando fui, que pena que ya no te digan princesa

Me sentía tan felíz, tan libre, se supone que no debería tener tanta confianza con él, pero, simplemente no puedo evitarlo,
las palabras se me salían como cuando fuí al psicólogo de la escuela, técnicamente me desquitaba con él, pero parecía no
molestarle.

-Alba, lo siento pero me tengo que ir tengo que terminar un trabajo
-No importa, gracias por soportarme, la verdad no sé que me pasó
-No hay molestia, fue lindo hablar contigo por primera vez


Los días pasaron, él no se conectaba. Pero nunca quedé con él para volver a hablar, aparte por qué desperdicio todas mis
noches de vacaciones esperando a que se conecte. Pero que tonta soy, él es mucho mayor, debe estar preocupado por sus
estudios o algo así, aparte por que tengo que hablarle si no me a hablado durante casi una semana, no, no le hablaré aunque
se conecte no le hablaré.

LIAN ESTÁ CONECTADO
Apareció en la pantalla de mi computador


-Hola ¡Alba! ¿O prefieres Alison? despues de todo es tu segundo nombre
-Sólo dime Al por favor
-De acuerdo, perdón no conectarme esta semana, ultimamente no puedo hacer nada más que este trabajo
-No te preocupes tus deberes están primero, antes de que hablar con una niñita
-No te digas así, tu no eres tan pequeña
-Aja si claro ¡Hasta me preguntáste si seguía usando pañales!
-Sabes que no lo dije enserio

Así seguimos hablando, me descargué, me divertí, era como hablar con un amigo de toda la vida. El hijo del amigo de mi papá,
una persona a la que apenas conocía y a la que pronto conocería más. Una vez por semana, cada vez por semana un poco menos
de una hora, podía hablarle ya que estaba muy consentrado en ese trabajo, esperando y deseando que cuando termine podamos
hablar más.

-Hola Al ¿Cómo estás? ¿Me harías un favor?
-Claro